El exministro dijo que no tuvo intervención directa en los contratos cuestionados en la causa y pidió que los jueces no dicten “una condena inmoral”; el martes podrá hablar la vicepresidenta.
Como parte de la instancia final del juicio oral del caso Vialidad y antes de que los jueces den a conocer el veredicto, el exministro de Planificación Federal Julio De Vido tomó la palabra hoy durante 15 minutos: dijo que fue llevado a juicio de manera direccionada y les pidió a los jueces del Tribunal Oral Federal 2 que elijan “entre una condena inmoral o el resguardo del Estado de derecho".
El próximo martes podrán dirigirse al tribunal la vicepresidenta Cristina Kirchner y los exfuncionarios Santiago Carlos Kirchner, Héctor Raúl Garro y José López. Ese día podría conocerse la fecha de la sentencia.
De Vido dijo hoy, en una audiencia que se realizó por Zoom, que no hubo direccionamiento en la obra pública y que él no tuvo participación directa en la tramitación de los expedientes investigados en este juicio. Cuestionó el criterio de la fiscalía para acusarlo y dijo: “Se omitió la presencia de otros compañeros de gabinete que llevaron adelante junto conmigo la gestión del Estado”. A lo largo de este juicio se habló más de una vez del rol de los jefes de gabinete (entre ellos, el actual Presidente, Alberto Fernández).
Luego reivindicó a Néstor Kirchner y dijo que la gestión relacionada con las obras públicas viales fue una política de Estado. Se quejó del “lawfare” y cuestionó las dos condenas que recibió por las causas “Once 2″ y por la compra de trenes chatarra a Portugal.
“Quiero decirles en esta tercera oportunidad -añadió- que no hubo direccionamiento de la obra pública, que todas y cada una las obras en todos y cada uno de los rincones del país hasta el más lejano se definieron y planificaron en el marco del Consejo Federal de Planificación y Ordenamiento Territorial (Cofeplan), que estuvo integrado por todas las provincias y sus gobernadores y ministros, cubriendo cada una de las asimetrías regionales porque eso definió el presidente Néstor Kirchner cuando asumió la presidencia de la Nación, no como jefe de una banda sino como presidente de la República legítimamente electo por el pueblo”.
Después de una serie de alusiones a la gestión de Kirchner en materia de infraestructura, dijo: “Me solidarizo con todos los imputados y con la imputada, en particular los que siempre soportaron con estoicismo y dignidad esta injusta persecución que termina y concluye en una política judicial denominada lawfare”.