Una caravana de autos que pasó por el estadio Centenario acompañó hasta el cementerio a Franco Martín Moreyra, de 26 años.
Los Barrabravas del Quilmes Atlético Club despidieron con un cortejo fúnebre a Franco Martín “Piolo” Moreyra, el ladrón de 26 años baleado por el jubilado Jorge Ríos, de 71 años. El joven murió al recibir un disparo del señor al que torturó e intentó robar con cuatro delincuentes más.
Al igual que Moreyra, los demás ladrones que asaltaron a Ríos también pertenecen a la banda de Villa La Vera, de segundas y terceras líneas de la barra de Quilmes. Por eso, sus compañeros estuvieron presentes en el cortejo fúnebre.
En ese partido del sur del conurbano bonaerense, la caravana de autos pasó por el estadio Centenario, llegó hasta el cementerio de Quilmes, donde por el protocolo por el coronavirus sólo pudieron ingresar tres personas, según Clarín.
El martes la Policía apresó a Christian Chara, de 23 años, acusado del hecho como uno de los cinco delincuentes. El miércoles por la madrugada, se entregó otro de los ladrones: Martín Ariel Salto, de 27 años. El joven se presentó en la Delegación Departamental de Investigaciones (DDI) de la localidad.
Franco Martín “Piolo” Moreyra tenía 26 años.
Entonces, el ladrón quedó a disposición del fiscal de la causa, Ariel Rivas, de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 1 de ese distrito. Según Télam voceros policiales aseguraron que resta por detener a otros dos sospechosos. Uno fue identificado como “NN Dibu”.
El testimonio del jubilado que baleó al ladrón
“Estoy saliendo de vuelta de atenderme porque estoy pasando por los momentos que te podés imaginar. No sé si te podés imaginar porque hasta yo estoy sorprendido de las cosas que vi desde afuera. Porque después que vi cómo fue todo, hay cosas que se me escaparon”, confesó en diálogo con Jonatan Viale en su programa radial, que reprodujo el conductor en A24.
En esa línea, el hombre que está procesado por homicidio agravado y con arresto domiciliario continuó: “Si me preguntás cómo me siento, me siento mal. Yo no nací para matar a nadie, yo no nací para matar gente. Tampoco para que me entren tres veces a la noche, ¿con qué intenciones quería venir esta gente? Cinco personas”.
