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Del sueño de ser militar a un tatuaje que lo llevó al boxeo: entrevista al pupilo de "Látigo" Coggi

Del sueño de ser militar a un tatuaje que lo llevó al boxeo: entrevista al pupilo de "Látigo" Coggi 1

Se sabe que las decisiones que uno toma en distintos puntos de la vida pueden cambiar el curso de ella. Entablar una relación con otra persona, comenzar a estudiar una carrera o cambiar de trabajo parecen ser las más importantes.

Ahora, ¿alguno cree que el simple hecho de hacerse un tatuaje en el brazo puede torcer el curso de una historia personal? Eso es lo que le ocurrió a Nicolás De León, un boxeador de 25 años que el 26 de febrero próximo peleará por la corona argentina de los ligeros con Juan Martín “Látigo” Coggi en su rincón.

En una entrevista con detrasdelanoticia.com.ar el púgil oriundo de Junín contó cómo fue su llegada al boxeo casi de casualidad, cómo conoció al extricampeón mundial y cómo se prepara con vistas al próximo combate.

-Cuando tenía 17 quería ser militar. Era noviembre y fui a averiguar al cuartel de mi ciudad, pero me contestaron que tenía que volver en marzo cuando se abría la inscripción. Ahí me dije que tenía que hacer algo en esos meses para estar en mejor forma para la exigencia física que iba a tener.

-¿Y qué hiciste?

-Mi abuela, que era fanática del boxeo y vivía mirando peleas por la tele, me convenció para que vaya a un gimnasio en el que entrenaban box. A mí no me gustaba el boxeo pero agarré viaje. Al mes de empezar pasó algo muy loco: me ofrecieron hacer una pelea. Al principio no lo tomé en cuenta pero después respondí que sí y el día que subí al ring le tomé el gusto al cuadrilátero.

-¿Al final entraste en la escuela militar?

-¡No sabés lo que pasó! Tomé una decisión que iba a cambiar mi vida para siempre: me hice un tatuaje en uno de mis brazos. Cuando llegó marzo y fui al cuartel me encontré con que no se podía ingresar al Ejército con tatuajes. Lloré muchísimo porque era algo que quería para mi vida. Después de eso me volqué del todo al boxeo y continué con mi entrenamiento.

-¿A Coggi cómo lo conociste?

-De Coggi no sabía nada. No lo conocía. La primera vez que peleé como amateur fue en Lincoln y me acompañaron mis tíos. Después del combate me quedé mirando otros y en eso uno de mis tíos me dijo que estaba “Látigo” Coggi y que me sacara una foto con él. Y le pregunté: ¿Quién es? Y me saqué la foto sólo porque me lo pidió. Las vueltas de la vida llevaron a que hoy sea mi entrenador.

-¿Y cómo fue eso?

-Yo pertenecía al Team Matthysse y Juan fue a Junín a entrenar a Lucas (excampeón mundial en las categorías welter y súperligero). Al poco tiempo entablamos una relación y tuve la suerte de tenerlo en el rincón en tres peleas cuando era amateur. Ahí aprendí muchas cosas de él.

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Después de debutar como profesional, De León dejó ese equipo por diferencias con los entrenadores. Luego, consiguió un trabajo en una empresa láctea de su ciudad, en la que le pagaban bien, y dejó el boxeo.

Sin embargo, pasaron sólo ocho meses para que volviera a ser tentando a subirse a un cuadrilátero.

-Un miércoles me vino buscar un entrenador que tuve en mi época de amateur para que peleara un viernes. Le dije que estaba loco, que hacía tiempo que no entrenaba, pero como la paga era buena acepté. Además no tuvieron problemas en darme permiso en mi trabajo. El combate era en Brandsen y ese día mandé a mi oponente a la lona en el primer round, pero al final perdí por puntos.

-¿Pudiste charlar con Coggi ese día?

-Más que eso. Quien que me trajo a pelear es amigo de Coggi, por eso ese fin de semana me hospedé en su casa. Ahí, durante una charla me pidió que volviera a entrenar porque me veía condiciones. Lo pensé y me dije: si un extricampéon mundial me decía eso, algo bueno tenía que tener. Así que volví al boxeo.

-¿La gente de Brandsen cómo te recibió?

-Muy bien. En el primer combate que hice acá con Juan en el rincón (peleó con Lucio Ayala, pupilo de uno de los hijos de Santos Zacarías) cuando íbamos por el sexto round, no lo voy a olvidar, la gente estaba toda de pié y coreando mi nombre. Para mí, que no soy de Brandsen, fue una emoción terrible. Y siempre me alientan muchísimo, como pasó la última pelea que tuve acá con un boxeador paraguayo.

-Junín es una ciudad grande, con varios deportistas destacados en diferentes rubros. ¿Sos reconocido también allá?

-Por suerte sí. Es más, los periodistas de allá me llaman y me preguntan por mi entrenamiento y el resultado de mis peleas. Y después, obvio, lo publican en los medios.

-¿Cómo es tu relación con Coggi como entrenador?

-Juan es una excelente persona, pero a la hora de entrenar se cortan las amistades y laburamos. Acá no vengo a pasar el tiempo sino a hacer las cosas enserio. Esto es un trabajo. De él aprendo casi todo y no sólo a nivel boxístico. Cada vez que me habla de lo que sea, de la vida más que nada, abro un libro y anoto. Lo que me dice son palabras mayores. Él es una persona que tiene muchísima experiencia en todo sentido. Me da consejos en la parte personal, en lo económico y, obvio, en lo boxístico. Tengo un sueño, una meta, que es la der ser campeón, y la quiero cumplir.

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Y para eso se prepara fuerte De León, con 35 grados de temperatura en la calle, con 45 adentro del gimnasio, ante la atenta mirada de Coggi y de su coterráneo Ariel Castillo, un exigente y puntilloso preparador físico que junto al extricampeón también entrena a un grupo de policías de Brandsen.

Se enfrentará el 26 de febrero con José “Chinito” Acevedo, por el título argentino de la categoría ligeros en sede a designar. El combate se estima que se llevará a cabo en la zona sur el conurbano o Mar del Plata. La pelea se iba a realizar el 8 de enero pero tuvo que ser suspendida porque este rival se contagió de coronavirus.

El juninense quiere seguir de racha, ya que ganó las ocho peleas desde que lo entrena Coggi. Seguramente muchas personas de Brandsen estarán pendientes de este combate, como ocurrió aquel 25 de octubre de 1986 cuando “Látigo” noqueó a Hugo “Pajarito” Hernández, durante esa recordada velada realizada en el estadio Luna Park.

Algunos datos sobre Nicolás de De León

Nació el 17 de mayo de 1995 en Junín, provincia de Buenos Aires.

Se dedica al boxeo desde hace casi 10 años. Su debut como amateur ocurrió en 2012 y obtuvo un récord de 27 ganadas (10 por knock out), 3 perdidas y 3 empates. En esta condición fue campeón provincial amateur y llegó a la final de un interprovincial disputado en Entre Ríos.

Su debut como profesional se produjo el 22 de enero de 2016 y ostenta un récord 12 ganadas (4 KO) y 3 perdidas. Es pupilo de Coggi desde noviembre de 2017.

Sus golpes fuertes son el cross y el gancho de izquierda, a pesar de ser derecho. Pero sus rivales no se pueden confiar de su derecha, ya que es peligrosa si la mete en punta.

En el plano personal, De León trabaja en una empresa láctea de Junín, donde el horario laboral se extiende de 6.30 a 17.00. Tras ello, realiza entrenamiento físico. Sin embargo, si los propietarios lo necesitan, la jornada puede extenderse más horas (en alguna oportunidad llegó a salir cerca de la 1.00 del otro día).

Cuando se avecinan las peleas, le dan permiso para venir a entrenar a Brandsen. Para ello, saca una licencia sin goce de sueldo. Por eso, se le está complicando cada vez más al acercarse a combates más importantes y tiene que elegir entre el trabajo y el boxeo, pero seguramente terminará dándole prioridad al deporte para poder ser campeón.

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