Es periodista, escritor y un comprometido con la temática. A sus 22 años en un accidente perdió sus dos brazos y hoy, entre otras cosas, da charlas para concientizar y reflexionar.
Leandro Gil, periodista y escritor, visitará la ciudad de Brandsen el sábado 30 de octubre a las 15 en el Club de los Abuelos, en una charla sobre discapacidad: "Vuelvo a mis eventos presenciales después de la pandemia, lo cual es un plus para volver a estar con la gente. Estoy muy agradecido con las autoridades de Brandsen que me invitaron", señaló el joven.
En ese sentido, el profesional de 35 años, adelantó: "Mis charlas tienen mucho de la reflexión social con la discapacidad en primer lugar, pero también abarca otras aristas, como las cuestiones afectivas, inclusión, oportunidades laborales, metas. Hay un intercambio con la gente que asiste, quizás uno va con una propuesta pero la magia de la situación decanta en otra cuestión."
Con respecto a su trayectoria y formación, explicó: "Estudié periodismo en TEA en 2009, hice un Diplomado en Periodismo digital en el Tecnológico de Monterrey becado por Coca Cola; en el medio escribí mi primera novela y ahora escribo la segunda; escribo en el diario La Nación; cubro teatro; soy conductor de radio de un medio digital."
Leandro comenzó a estudiar su carrera a los 22 años, luego de sufrir un accidente en el subte porteño que lo llevó a perder sus dos brazos: "Desde chico tenía una intriga por las cosas, las historias, de saber comunicarlas. A los 8 años ya tenía cuadernos con textos míos que daban cuenta de que tenía una cualidad; también leía a modo de refugio, como estudio y ocio. Entonces entendí que quería ser comunicador, que es más que una vocación, es un modo de ser, soy una persona que cuenta historias personales y ajenas", describió sobre su elección por esta profesión.
Consultado sobre cómo fue su adaptación tras el siniestro, dijo: "Fue traumático, no es cómodo suavizarlo. Los rimeros momentos fueron muy traumáticos no sólo por el proceso de duelo corporal, sino por lo mental y los prejuicios que eso desencadena en uno mismo. Me planteaba qué pasó, por qué y qué iba a suceder. Me despertaba llorando y me quedaba dormido cuando podía conciliar el sueño llorando también. En ese momento me ayudó mi entorno, mis amigos."
Sin embargo, y tras el duelo, llegó la resiliencia: "Cuando los primeros momentos se hacen rutina y uno adquiere y entiende esos cambios, la vida siguió su camino. Yo seguí teniendo actividades sociales, conocí gente nueva y otros mundos. Cuando entendí que tenía que volver a manejar mi computadora me di cuenta de que si lo lograba podía estudiar, y ahí incluso descubrí que podía seguir trabajando, hasta llegar al día de hoy."
Respecto de las posibilidades de accesibilidad para las personas con discapacidad, manifestó: "Al principio no tuve mucho acompañamiento, no sólo desde los medios de comunicación sino también a nivel médico. Y entendí que yo también tenía que adaptarme al mundo convencional, mi computadora no tiene adaptación, sí tengo el mouse en el piso, el cual uso en el pie."
"Antes usaba el teclado de la pc con un brazalete, como hago para comer, pero en lugar del tenedor, le colocaba un palito de batería, hasta que me di cuenta de que no era funcional", detalló el periodista, pero opinó: "Es básica la información y las políticas de inclusión de las personas con discapacidad, no solo desde lo laboral; también desde lo educativo y de esparcimiento."
En tanto, agregó: "Tengo la suerte de vivir en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires que es uno de los lugares más avanzados, pero me ha pasado de querer tomarme un subte y quedarme atrapado en los vagones porque hay una línea de subte cuyas puertas se abre manualmente."
El disertante del evento que se llevará a cabo en el Club de los Abuelos (Ituzaingó 652), Está trabajando junto a Gino Tubaro, un inventor argentino joven ampliamente conocido, en un diseño de un prototipo de prótesis, a las que definió como "distintas de las que él viene entregando en todo el país, son una cuestión más personalizada a mí para reemplazar ese brazalete con el palito de batería."
Finalmente, sobre la posibilidad de su visita a la ciudad, afirmó: "Esta convocatoria no surge ahora sino de hace varios años por parte de Hernán Ortiz, incluso antes de la pandemia, pero no pudo suceder hasta ahora. Él la gestionó y tuvo el apoyo de la comunidad, en menos de 10 días ya había conseguido un lugar y la posibilidad para que suceda. Es un gesto de amor el que recibí, que haya gente que no me conoce en un lugar que nunca pisé para que yo pueda estar con ustedes un rato."