En el año 1970, las ardillas llegaron a una localidad de Luján con intenciones de ornamentar un parque pero se fueron expandiendo a diversos municipios bonaerenses.
Florencia Gómez, secretaria de Política Ambiental en Recursos Naturales del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible, alertó sobre el riesgo sanitario y productivo, que implica la creciente de las ardillas de vientre rojo en CABA, provincia de Buenos Aires y otros sectores del país.
Esta especie se ve cada vez más y se aconseja que a quienes se encuentren con ellas no las alimenten, no las tomen como mascota, y denuncien su presencia al Ministerio de Ambiente o a alguna dirección de zoonosis local.
Gómez explicó que este animal se encuentra en un listado que indica su grado de invasividad y que su “simpatía” la ayuda a no ser combatida. Su multiplicación implica un riesgo sanitario y que también puede atentar con la productividad.
“Constituyen un peligro para la salud humana porque pueden proliferar casos de leptospirosis por su orina y constituyen un peligro también por afectar los sistemas productivos porque para el desgaste de sus dientes pueden roer cables de luz y sistemas de riego”, aclaró la funcionaria.
La leptospirosis es una enfermedad bacteriana que se transmite por la orina de animales infectados y las personas la contraen por el contacto directo con esa orina o mediante el agua, el suelo o los alimentos contaminados con ella. La enfermedad puede tornarse grave y afectar el funcionamiento de los riñones y el hígado, así como causar la muerte.
En cuanto a los daños a las actividades productivas, Gómez destacó que en Mendoza se está vigilando la presencia de ardillas porque suelen roer los sistemas de riego, lo que puede perjudicar diferentes tipos de cultivos.
Los operarios de la cooperativa eléctrica de Escobar encontraron una ardilla muerta en uno de los transformadores de la zona.
De acuerdo al registro de denuncias de ese organismo, la presencia de ardillas se ha detectado en Córdoba, Mendoza y Santa Fe. En el Gran Buenos Aires, fueron vistas en localidades como Luján, San Miguel, 25 de mayo, Capitán Sarmiento, Mercedes, Escobar, Lobos, Moreno, General Rodríguez, San Antonio de Areco, Claromecó, Merlo, y más.
En tanto, en la Capital Federal, la presencia de ardillas fue denunciada en la zona de Ciudad Universitaria y en los barrios de Palermo, Núñez, Saavedra, Parque Avellaneda y San Cristóbal.
Ya el año pasado, desde el municipio de Escobar habían comunicado que este tipo de ardilla ha generado “una plaga en la región, ya que esta especie tiene una alta tasa de reproducción y no existen depredadores naturales” y que “su presencia aumenta cada vez más”.
Tanto en Escobar como en Loma Verde y otros lugares del país, esos animalitos han ocasionado cortes de luz porque roen el cableado eléctrico y terminan electrocutadas.
