El sábado 13 de agosto Romina Loza, de 32 años, salió de su casa para hacerse una operación de vesícula que le pondría fin a su malestar. Era una cirugía sencilla, por lo que nada hacía pensar que pudiese haber algún tipo de riesgo. “Ella salió contenta de casa porque iba a dejar de sufrir esos dolores”, le contó a TN el papá de la víctima. Sin embargo, la mujer murió a menos de una hora de haber entrado al quirófano.
La víctima ingresó a una sala de operaciones del Hospital Municipal deMarcos Paz a las ocho de la mañana. Antes de las nueve, un cirujano salió y le contó al marido de Loza la terrible noticia: su esposa había fallecido.
Romina Loza murió por un paro cardiorrespiratorio, de acuerdo al relato de los médicos. Pero la autopsia indicó que le perforaron el esófago cuando la quisieron intubar. Según contó el papá de la víctima, Raúl Loza, los profesionales de la salud tomaron esta última medida para poder salvarla del ataque al corazón que sufrió en plena operación.
En las últimas horas, salieron a la luz varios casos de mala praxis que hubo en el mencionado centro de salud. Como todavía no hubo respuestas sobre lo sucedido, el padre de la víctima iniciará una demanda por la muerte de su hija, aunque aclaró que aún no sabe si denunciar al hospital o al municipio.
A su vez, Raúl le contó a TN que su nieta, de apenas 8 años, dibuja a los médicos en una hoja y le dice: “Estos son los asesinos de mamá”. Por la pérdida de su madre, la nena pasa más tiempo con sus abuelos, aunque también visita a su madrina, que vive cerca de su casa.