Crece la tensión en el seno de la Policía Bonaerense luego de la decisión tomada por Sergio Berni de separar a 400 agentes que formaron parte de las protestas realizadas en septiembre del 2020.
Mientras los efectivos comienzan a autoconvocarse en diferentes puntos de la provincia para llevar adelante nuevas manifestaciones, el Ministro de Seguridad volvió a tensar el conflicto y aseguró que "esta es la primera tanda y vamos a seguir sancionando a quienes no cumplieron con su deber".
Las protestas ocurridas en septiembre del año encendieron fuertes alarmas pues, más allá de ser ilegales, los agentes se reunieron frente a la mismísima Quinta de Olivos y hasta amenazaron con ingresar al lugar, dejando a Berni en el centro de la escena como el principal apuntado por no poder contener a los efectivos en su reclamo.
En ese marco, el Ministro provincial aseguró en las últimas horas que el Gobierno está impulsando "un proceso de transformación estructural muy importante (de la institución), que no sólo tiene que ver con la incorporación de tecnología sino también con la incorporación de recursos materiales".
Frente a estas declaraciones y medidas tomadas por el ministro de Seguridad, el titular de la Defensoría Policial, Luis Tonil, aseguró que el funcionario "no los representa" y adelantó planifican nuevas movilizaciones dentro del territorio bonaerense durante los próximos días. "Esto es una provocación que va a surgir efectos. Nos tocan a uno, nos tocan a todos", sostuvo Tonil en el marco de la protesta que tendría lugar en puntos neurálgicos de provincia como el Puente 12 en La Matanza, la sede del Ministerio de Seguridad en La Plata y en ciudades como Mar del Plata, Bahía Blanca y Pinamar, entre otras.
Mientras se recrudece el conflicto en la interna de la Bonaerense, crece la preocupación en los ciudadanos por un posible paro y cese de actividades de la fuerzas, lo cual aún no ha sido establecido en el territorio provincial.
