El hecho tuvo lugar durante la madrugada del domingo en Wilde, partido de Avellaneda, cuando un joven de 15 años fue butalmente golpeado por un grupo de al menos siete personas. El estado del adolescente es crítico.
Se trata de Joel, vecino de esa localidad bonaerense, quien se halla en terapia intensiva en el Sanatorio Güemes de la Ciudad de Buenos Aires luchando por su vida, luego de la golpiza que le propinó una manada integrada por hombres mayores de edad, según trascendió.
"Mi hijo está mal pero está vivo, al menos lo importante es que está vivo", dijo Jésica, su mamá, en referencia a un caso que toma estado público en días de conmoción social tras el asesinato de Fernando Báez Sosa a manos de un grupo de rugbiers.
El episodio, según reveló a la prensa Fernanda, la tía del menor, se desencadenó tras un partido de fútbol en una plaza del barrio: "Fue una pelea pequeña, pero uno de los jóvenes les dijo que iban a volver".
En efecto, esa noche, más tarde, Joel estaba en la puerta de su casa con amigos cuando esta patota se presentó dispuesta a desatar la contienda, sin embargo no encontraron complicidad del otro lado, ya que tanto la víctima como sus compañeros quisieron escapar de la situación.
"Llegaron con palos, botellas y piedras. Los chicos salieron corriendo para un lado y Joel quedó solo", señaló su tía, quien relató que su sobrino luego pudo huir pero a las dos cuadras la banda de violentos dio con él "y fue ahí cuando comenzaron a golpearlo". Los médicos que lo trataron, después le informaron a la familia que se encontraba "hemodinámicamente inestable". "Lo dejaron muerto en la calle", señaló Fernanda.
En tanto, se supo que los efectivos lograron aprehender a uno de los agresores mientras intentan dar con los demás partícipes y ejecutores de ataque.
