Este lunes se espera la indagatoria del joven que se habría escapado del lugar de los hechos hacia Zárate. Los diez rugbiers trasladados a la Fiscalía de la ciudad balnearia se negaron a prestar declaración por la brutal y letal golpiza a Fernando Báez Sosa.
Así lo decidió la defensa de los imputados frente a la fiscal Verónica Zamboni, de la UFID N°6 de Villa Gesell. Pablo Ventura, el undécimo de los investigados declara este lunes. Este joven de 21 años había sido señalado por el resto de los acusados como partícipe del hecho, y aunque su familia asegura que durante el crimen de Sosa, Ventura se encontraba en Zárate, esa versión es sospechada de ser falsa.
Los rugbiers que están acusados son: Matías Benicelli, Ayrton Violaz, Macimo Thomsem, Luciano Pertossi, Lucas Pertossi, Alejo Milanessi, Enzo Cornelli, Juan Guarino, Ciro Pertossi, Blas Cinalli y el mencionado Pablo Ventura, quienes fueron detenidos en el chalet de la calle 202 donde se hospedaban.
"Estarían identificados. Se ven en los videos quiénes son los que le pegan en la cabeza", sostuvo el fiscal Walter Mercuri, de la UFI N° 8 de Madariaga, en relación a las personas que involucradas en la golpiza propinada a la víctima fallecida, que según el experto, de la paliza per se habrían participado tres o cuatro personas. Además, Mercuri señaló que si bien distingue diferentes grados de coautoría, complicidad o ejecución, tiene pruebas de que los 11 detenidos "participaron de la gresca".
Es en este sentido que aclara que los coautores son quienes le pegaron en la cabeza a Fernando: "Uno de ellos es el que le aplica la patada que, según la autopsia, es la patada mortal. Después hay partícipes, porque el resto estuvo acompañándolo y también participaron de la pelea pero con los amigos de Fernando", y añadió que es un agravante el hecho "que cuando la víctima se encontraba indefensa, inconsciente, en el piso, continuaron pegándole en la cabeza". Este delito tiene como pena la reclusión perpetua. La causa está caratulada como "homicidio agravado por el concurso premeditado de dos o más personas".
Sosa tenía 19 años y estaba disfrutando del fin de semana con amigos. El viernes a la noche salieron a festejar al boliche Le Brique, y en medio de un incidente que no buscó, quiso defender a un amigo suyo del grupo de rugbiers que lo había invitado a pelear tras volcar un trago en la remera de uno de ellos inintencionalmente. Luego del altercado violento, fueron echados del club bailable, y cuando Sosa se hallaba con sus amigos en la vereda, fueron sorprendidos por el mismo grupo de rugbiers los atacó, provocando así el inicio de la tragedia.
Ayer, la familia veló a Fernando en Caballito, y los restos del joven fueron inhumados en el cementerio de Chacarita.
